Dani: “Un consejo a Lamine, cuidado con la noche y con el entorno”
A Daniel da Cruz Carvalho (Lisboa, 1976) la noche le confundió, como al cubano Dinio, durante su corta carrera. Internacional con Portugal, se retiró después de jugar en el Atlético.
De Dani dijo el técnico inglés Harry Redknapp que era tan guapo que no sabía “si ponerlo a jugar al fútbol o fo... con él”. Su extraordinaria apariencia física era una gran virtud, pero también le condenó posiblemente a una vida desordenada y muy nocturna que nunca le permitió explotar al máximo un talento como mediapunta zurdo que jugó en el Sporting de Portugal, el West Ham, el Ajax y finalmente el Atlético de Madrid, equipo después del que colgó las botas en 2003, con menos de 27 años. Fue internacional con Portugal, aunque solo en 9 ocasiones.
¿Por qué no jugó más con Portugal?
Yo sabía lo que pasaba cuando llegaba a la Selección. Estaban Rui Costa, Figo, Sá Pinto... y no entrabas en el once casi nunca. Ya estaban ellos. Yo decía: ‘mejor irme de vacaciones que estar aquí como si no existiera’. Siempre quise sentirme importante.
Ahora ve a la Portugal repleta de campeones que juega esta noche contra España y...
Va a ser un partidazo, son dos pedazos de selecciones. Es un encuentro de esos que quieres que no termine nunca, que haya cuatro prórrogas. Hay que disfrutar de partidos así, porque hoy en día te tienes que comer algunos tostones... A mí me gusta el fútbol de calidad, el de Cruyff. Soy un gran apasionado de Johan.
¿Qué es de la vida de Dani?
Pues estaré comentando este España-Portugal, porque es lo que hago desde que terminé de jugar. Trabajo en la televisión y me encanta. Sé que mi retirada sorprendió a todos. Paulo Futre siempre me dice que yo tenía algo especial como futbolista y que podía haber acabado triunfando, pero tuve que tomar una decisión personal clave en mi vida.
¿Cuál?
Mi madre, que era la persona que más tenía en mi corazón, sufrió su primer cáncer. Y preferí estar con ella. Fueron 7 u 8 años en los que luchó pero falleció. Yo había estado muchos años fuera de Portugal, sin verla la mayoría de los días, sin disfrutarla. Cuando puedes perderla, sabes qué es lo más importante.
“Me retiré porque mi madre sufrió su primer cáncer. Puedes perderla y eso es lo más importante”.
Dani Carvalho
¿Qué recuerda de aquellos años del Atlético?
Pues que acabamos subiendo a Primera y fuimos un equipo fenomenal, con Aguilera, el Mono Burgos, con Futre como líder y con Aragonés como entrenador... Me alegro mucho de que el Atleti haya vuelto a ser un grande con Simeone.
¿Y Luis?
Era un tipo excepcional y conocía el fútbol mejor que nadie en el mundo. Como jugador, llegaba a tu alma. Se me puso la piel de gallina cuando ganó la Euro con España. A mí me decía: ¡Dani, si no te mueves, va a pasar un perro y te va a mear encima!”. Me acuerdo de un entrenamiento con Emerson, que había llegado de La Coruña. Al final de la sesión hacíamos abdominales y Luis le dijo: ‘Mira, este año vas a marcar 10 goles y si no, te ponemos unos guantes de boxeo y nos vamos a pelear en el gimnasio’. Emerson le dijo: ‘soy brasileño, yo no peleo, yo mando matar’. Qué tío, qué entrenador.
Paulo Futre fue su gran mentor en el Atlético.
Futre es como un hermano y para mí, a su manera, el mejor futbolista portugués de todos los tiempos. Paulo y yo tenemos un programa en la tele juntos los miércoles y nos echamos muchas risas. Dice que yo era un dios griego.
“Aragonés conocía el fútbol mejor que nadie, llegaba a tu alma. Futre decía que yo era un dios griego”.
Dani Carvalho
¿Le perjudicó ser tan guapo?
Pues posiblemente sí. ¿Y qué hago? No me iba a operar la cara para ser más feo. Podría haber hecho cosas más ‘a lo jugador de fútbol’, pero era como yo vivía, como estaba feliz. Y siempre he seguido esa máxima: vivir para ser feliz.
¿Tanto le gustaba a usted la noche?
Pues claro que me gustaba la fiesta. Salí del Sporting de Portugal porque mi vida fuera del fútbol era muy activa. Pero van y me mandan ¡para Londres! Cuando llegué allí, la Prensa titulaba: ‘Encierren a sus hijas en casa, que llegó Dani’. Y luego de eso, ¡a Ámsterdam! Y después, ¡A Madrid! Vaya tres ciudades de pecado. Yo les decía a los directivos: “¿estáis de coña?“. La verdad: jugué al fútbol pero disfruté mucho de la vida.
¿Qué tal con Louis van Gaal en aquel Ajax?
He tenido una magnífica relación con Louis, es una gran persona. Van Gaal siempre me decía: ¿cómo es posible que un chico como tú, de 19 años, llegue tarde a un partido? Y yo respondía: ni idea, me fui a la cama a las 12 y me desperté a las 11. Los despertadores no funcionaban bien.
“Me mandaron a Londres, Amsterdam, Madrid... Ciudades de pecado. No colgué las botas de la noche”.
Dani Carvalho.
Tiene ya 48 años, ¿colgó ya las botas de la noche?
Del todo, nunca. Pero mis hijas tienen que ir al colegio a las 8 de la mañana y a las siete y pico abro los ojos sin necesidad de despertador. Soy padre y esa responsabilidad es lo primero que está en mi cabeza. Yo creo que los futbolistas deberían nacer con 80 años e ir a para atrás, como Benjamin Button. Los veteranos siempre me decían: si supiera con 20 años lo que sé hoy... Y tenían razón.
¿Le podría dar ese consejo a Lamine Yamal?
¿Por lo de la noche? Cuidado, y solo en su justa medida. Lo que hay alrededor del fútbol es siempre un peligro. Lo peor es el entorno: la familia, los padres, los colegas interesados... hay demasiados despistes. Luis Enrique dice una frase que va a misa: el mejor del mundo, el más top en todo, tiene que ser el que dé más ejemplo a los compañeros.
Cristiano siempre ha razonado como un jugador de 80 años. Vaya cómo se cuida.
La de Cristiano es la gran cuestión que está en el aire en Portugal. Es un fenómeno, pero tiene 40 años. Hay que mirar eso. No es igual que Vitinha o Bruno Fernandes, pero continúa ahí y marca goles y ayuda a la selección. Tiene un carácter y una personalidad muy fuertes que hace que los otros jugadores se comprometan con el país, es increíble.
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