Opinión
Un State of Play ameno en busca de una traca final
El State of Play dejó varios tráiler interesantes y anuncios de peso, pero supo a poco.
Lo peor que puede pasar a un evento de esta naturaleza es sentir que estamos perdiendo el tiempo y aunque toda opinión es relativa y particular, por el hecho de ser una opinión, el State of Play no se sintió como una pérdida de tiempo, aunque tampoco fuera el evento soñado. Lo cierto es que no se sabía muy bien qué esperar de él, anunciado casi a traición y con apenas un día de aviso, en medio de toda la expectación por los eventos ya programados, amén del lanzamiento de Switch. Pero los 55 minutos de evento dieron de sí, aunque no pasará a los anales de la historia.
Estábamos casi seguros de que Resident Evil 9 estaba entre las quinielas, por tradición, pero esa bala queda en la recámara (atentos al Summer Game Fest y al evento de Microsoft). En su lugar, Capcom apostó por “resucitar” Pragmata y enseñar por primera vez gameplay, en un juego que busca mezclar acción de alto calibre con un elemento táctico basado en el hackeo de objetivos. Capcom incluso se permitió bromear con los seis años que lleva el juego en el limbo, con un guiño final que pone la fecha de lanzamiento de 2026. Es pronto para sacar conclusiones, pero no se le puede negar la importancia a un nuevo proyecto de Capcom con tanto tiempo en el horno.
También tuvimos un interesante tráiler del esperado proyecto de James Bond por parte de IO Interactive, que nos llevará a los mismos orígenes de James Bond y a sus primeros años en el programa. El sello de los creadores de Hitman era patente, y tanto la premisa como la ejecución parecen estar en la misma dirección. Fue un anuncio de peso (que se esperaba. por cierto, para el Summer Game Fest). Otro juego de peso es Ghost of Yotei, pero en una decisión incomprensible, se decidió a ofrecer un insulso teaser y a emplazar al público a julio, cuando se mostrará en profundidad. Sinceramente, si están en condiciones de mostrar jugabilidad a fondo en un mes, no se nos ocurre ningún motivo por el que no hayamos podido tener un tráiler gameplay de más entidad para darle más empaque al evento. Una oportunidad perdida a todas luces.
La conferencia en tuvo un claro sabor japonés y sirvió para ver algunas de las propuestas más interesantes de las casas y nombres más relevantes. Pudimos ver Silent Hill F más en detalle y comprobar que su ambientación japonesa va a estar bien aprovechada. Vimos lo nuevo de Igarashi de la mano de su nueva franquicia después de Castlevania, con un Bloodstained que sigue evolucionando en la clásica fórmula de Igavania. También, siguiendo con los juegos con nombre y apellido, vimos a Suda presentando una nueva bizarrada en forma de Romeo is Dead. Square Enix presentó la nueva revisión de ese clásico de clásicos que es Final Fantasy Tactics. Hubo tiempo de ver a Snake en el cada vez más esperado remake de Snake Eater, mientras que Team Ninja impresionaba con el anuncio de Nioh 3. Entre medias, títulos llamativos e interesantes como Digimon Time Stranger o Ninja Gaiden: Ragebound. Hubo incluso hasta un Minna no Golf, en una conferencia que podría haber sido perfectamente la previa al Tokyo Game Show.
Incluso la gran sorpresa final tenía sabor japonés. Mucho mérito por parte de todos los implicados mantener en secreto todo este tiempo que Arc System Works iba a poner en práctica sus poderosos poderes licenciatarios para dar a Marvel un juego de lucha propio, el primero puramente Marvel desde el Clash of Super Heroes de Capcom en 1998 (vamos a olvidarnos de que Marvel Nemesis existe, por el bien de todos). Era un anuncio de un peso innegable, aunque un juego de lucha tag 4 Vs 4 no es exactamente lo que dice un anuncio de masas, siendo un nicho dentro de un género que ya es de por sí bastante especializado como es el de los juegos de lucha. Con todo, que sea exclusivo en consola (de momento, que se sepa) y que Sony haya apostado por implicarse y financiarlo, tiene una importancia innegable y además tiene un claro sentido estratégico dado que PlayStation es dueña del EVO.
Aunque entiendo perfectamente que Sony quiera cerrar con Marvel Tokon (vaya nombre, por cierto, risas garantizadas en países de habla hispana, por mucho que tenga sentido en japonés dado que significa “espíritu de lucha”). Pero pese al peso específico y al factor estratégico del proyecto, la conferencia podría haberse cerrado de forma más enérgica. El formato lento de paseos en coche por la bahía Yokohama y desarrolladores hablando introspectivamente es genial para un vídeo independiente, no tanto para cerrar un evento, y menos si toca a las 11 de la noche. Hay que elegir los momentos para cada cosa.
Es una crítica un poco snob, no lo voy a negar, pero para eso están las columnas de opinión. Pero por mucho que el E3 esté muerto y enterrado, mientras los que vivimos las conferencias previas del pasado estemos en activo, nunca dejaremos de comparar cualquier evento a principios de junio que haya con lo que vimos antaño. Y, la realidad, es que esto hubiera sido una conferencia previa bastante descafeinada si se hubiera producido en ese contexto. No lo es, desgraciadamente, es un State of Play, con lo que ello implica, y como State of Play, no ha estado mal, aunque podría haber sido mejor. Seguiremos echando de menos las conferencias en vivo y esa necesidad acuciante de las compañías de dar un do de pecho, una sensación que parece haberse disipado en el tiempo.